miércoles, 27 de febrero de 2008

V.- A Night at the Opera


Vuelvo por estos lares con otro disco a comentar, esta vez a lo grande, nada más y nada menos que con el “A night at the Opera”, si no el mejor disco de Queen sí mi favorito.
Hablar de los grandes siempre es algo difícil, es indudable su labor y reconocimiento, por lo que hay que ir con mucho cuidado, cosa que intentaré.


A night at the Opera” da lugar a un punto donde confluyen en perfecta armonía rock,pop, baladas e incluso ópera. Abre el redondo “Death on two legs”, con una genial introducción de piano que en un perfecto crescendo deja paso al riff de Brighton, donde bajo una sólida base rítmica Freddy Mercury es libre de dar alarde de todo su potencial: estrofas, estribillos, coros... Con todo esto y más puede (podía) el vocalista de origen africano.


Uno de los cortes más rockeros y magistrales del disco, que deja paso a “Lazing on a Sunday afternoon”, una alegre y corta canción donde premia el sonido del teclado para acabar con un brillante punteo de guitarra.


En “I'm in love with my car” volvemos a escuchar las distorsiones con más potencia, canción de ritmo majestuoso, donde si el anterior corte era una oda al descanso, esta se convierte en un himno automovilístico.


En general en el disco destaca un sonido heterogéneo dentro del característico de la banda, ya sea en canciones más tranquilas y hermosas como “'39” o más movidas y animadas como “Sweet Lady” o “Seaside Rendezvous”, donde la más mínima nota de piano, el menor atisbo de coro agudo o solo de guitarra nos hacen saber que todas las composiciones conservan su peculiar y particular sonido.


Esto también es gracias en parte a una excelente producción, a destacar en la larga “The Prophet Song”, otro de los temas donde se entremezclan rock y ópera, con algún toque que la hace más oscura que las demás, donde escuchar su parte final puede confundir al oído duro, ya que uno de veras tiene uno la sensación de estar atrapado por la voz de Mercury.


Love of my life” es una preciosa balada en la que todas las melodías que la componen unen sus fuerzas para dejar los sentimientos del oyente a flor de piel, cada nota, cada estructura, está calculada para transmitir sensaciones; y ,la frialdad que en principio supondría esta meticulosidad queda echada por tierra gracias una vez más al timbre del gran Freddy Mercury.

Otro par de canciones dedicadas a la amistad, “Your my best friend” y “Good Company”, con sonido más optimista terminarán por dar forma al redondo, que cerrará (como tantas veces hizo en sus conciertos) la anglófila “God Save the Queen”.


Quien conozca el disco pensará, hey, aquí falta algo, y sí, ese “algo”, es en mi opinión una de las mejores canciones de la historia del rock. Me refiero sin duda a “Bohemian Rhapsody”, buque insignia del disco y del grupo.
Quizá sea una de las más extrañas composiciones dentro de la música “popular”. Ya sea en sus cambios de ritmo y estructuras, como en sus letra y sus interpretaciones.

Canción que define con creces la “ópera-rock” que pretendía el grupo, con un crecimiento exponencial hacia una increíble grandeza, de la que uno se siente prendado, en la que otra vez el trío voces-guitarra-piano nos llevan hacia pasajes rápidos y contundentes para terminar de forma sublime y pausada.


Si escuchar esta fantástica canción en el musical “We will rock you” ya supone una gran experiencia, no puedo ni imaginarme lo que pudo sentir el público del mítico concierto de Wembley en 1986.

Sin duda un legado musical impagable el que dejaron Queen tras la triste muerte del carismático Freddy, del que estoy seguro nunca caerá en el olvido.

1 comentario:

C.Massó dijo...

Glam rock, arena rock, rock sinfónico, ópera rock o rock progresivo.

Algunos de los muchos estilos de rock que experimentó este gran grupo en todas sus canciones.

salu2 jorgeak