lunes, 31 de diciembre de 2007

IV.- The Blackening



Última entrada del año 2007, y qué mejor (aunque las reseñas de discos y conciertos sean lo que menos visitáis) que hablar de lo que para mi humilde opinión ha sido el disco del año.
Sí, "The Blackening", de los veteranos Machine Head, del que en seguida hablaré porque en este año que en pocas horas se habrá ido también ha habido otros discos que debo destacar: "Nocturnal" de The black Dahlia Murder ,"Xenosapien" de Cephalic Carnage y sobre todo "Fiction" de Dark Tranquillity en el ámbito internacional y más extremo y "Esencia" de Skunk D.F. o "Sakeo" de Koma barriendo para casa.

Rob Flynn ha sabido rodearse de los músicos con quien mejor se entiende para sacarse de la manga este pedazo de disco. Se venía venir. Ya "Trough the ashes of empires" anunciaba que Machine Head iban a dar que hablar de nuevo, que los que habían despotricado sobre ellos cerrarían las bocas. Y vaya si lo han conseguido.
Quizá a la primera escucha este disco no llegue a conectar del todo, de hecho hay que escucharlo a fondo para descubrir todos los "nuevos" matices y las complejas estructuras que componen el redondo. Ésta es una cualidad que me encanta de los discos, el tener que descubrirlos poco a poco, que con cada escucha se vayan afianzando.
Musicalmente "The blackening" posee un estilo más oscuro, quizá atmosférico en algunos pasajes, pero lo que lo hace más novedoso respecto a los anteriores trabajos de la banda es su sonido más denso y técnico.
Canciones de nueve y diez minutos dan tiempo para todo, partes que nos muestran la faceta más rabiosa de Flynn desde "Burn my eyes", cruces de solos de guitarras que dejan a uno hipnotizado (escúchese "Halo") y la habitual maquinaria pesada que caracteriza al cuarteto californiano, lo que llaman "groove metal".
Adam Duce deja ver lo que ya sospechábamos, que es una bestia de las cuatro (cinco) cuerdas, la base rítmica fundamental en el grupo, mostrándo su mejor cara en "Now I lay thee down" e incluso dejando en evidencia determinados solos de guitarra.
Un comienzo lento y suntuoso que da paso a "Clenching the fist of dissident", el primer tema del disco, aumentando su grandeza gradualmente, con un estribillo lento y preciso, de los que estilaban allá por 1992 el señor Flynn.
Canciones más cortas como "Beatiful Morning" o "Aesthetics of Hate"(ésta última con vídeo incluido) y "Slanderous" con ese espectacular duelo de guitarras con el que empieza, siguen dando forma al conjunto, haciéndolo uniforme y dándole coherencia, cosa que no lo hace, ni mucho menos, repetitivo.
"Wolves", de mis favoritas, muestra un aspecto en el que no había reparado con mucho ahínco antes en el grupo, las letras, más complejas que en anteriores trabajos y más simbolistas, chapeau.
Para terminar, de forma magistral, " A farewell to arms", más melancólica y lenta, pero igualmente brillante en el aspecto técnico y sobre todo vocal, una despedida que deja muy buen sabor de boca, aunque sea en un tono más triste.
Lo dicho, para mí el disco del año, una auténtica sorpresa que ha dejado al panorama atónito, demostrando aún mas su poderío en directo (Álvaro y Massó, os odio xD), y dejando a un servidor esperando a que se dejen caer por la Piel de Toro y "ennegrezcan" el ambiente un poco.

Poco más que añadir, feliz año (par) 2008, mucho metal y mucho ruido.

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