Hoy, y otra vez con el permiso del señor Aitor, continuo con las curiosicosas:
Todos tenemos la imagen del señor Bond, ya sea Connery, Moore o Brosnan quien lo interpreta, seduciendo a una bella dama, jugando al póker con su smoking y su cóctel preferido: martini con vodka, agitado, no mezclado.
Bien, en una tertulia de la radio se debatía cual es la mejor forma de preparar este licor, si en un vaso triangular, una copa alargada, con hielo, sin él, con una oliva, con dos...
Pero sin duda nos quedaremos con la forma de preparación más espectacular (y estrafalaria) de prepararlo. Ejerceré de Karlos Arguiñano, para tal hazaña necesitaréis estos ingredientes:
- Una copa con martini
- Una botella de vodka
- Un revólver (calibre a elegir)
- Balas
Se trataría de dejar la botella al lado de la copa, alejarnos una distancia preventiva y con un certero disparo reventarla, de forma que de la explosión cayera vodka en la copa. Pero ahí no queda la cosa, todo esto se debe hacer en el tiempo preciso para que todavía haya olor a pólvora en el ambiente. Fácil, ya sabéis que pedir la próxima vez que salgáis por ahí.
Dejando aparte el tema del susodicho cóctel, me intriga el factor pólvora, ya que a los niños soldado de Sierra Leona se les drogaba con brown brown, un combinado de cocaína y pólvora, para anular sus sentidos y convertirlos en máquinas de matar. Si sabéis algo no dudéis en comentar, suerte para quien todavía esté de exámenes.