jueves, 24 de enero de 2008

II.- AzulOscuroCasiNegro


Vuelvo a las andadas con otro título de cine español, más reciente (2006), de lo mejorcito que se ha visto por aquí últimamente: AzulOscuroCasiNegro, primer largo de Daniel Sánchez Arévalo, director de cortos con gran prestigio y premios como ¡Gol! y sobre todo Exprés.
El film cuenta historias más o menos cotidianas de varios personajes que confluyen alrededor de la vida de Jorge, personaje principal de la obra, que carga con el puesto de portero de edificio heredado por su padre, afectado por un enfermedad degenerativa. Habiendo terminado la carrera de empresariales a distancia se dispone a buscar un trabajo relacionado con su materia para poder dejar la portería, un trabajo que él no ha elegido, aunque no reciba respuesta a sus tentativas.
Los personajes se nos van mostrando de forma sutil y acertada, y poco a poco vamos viendo las relaciones entre ellos casi sin que haga falta que se nos diga quién es quién. Así están Israel, mejor amigo de Jorge; Natalia, su vecina y los personajes que marcan un punto de inflexión en la historia: su hermano Antonio y Paula.
Paula, que está en la cárcel sin entender muy bien por qué le ha tocado, conoce a Antonio en un grupo de teatro, una de las pocas actividades en las que se pueden ver reclusos y reclusas, sitio donde surge el amor entre ambos. Ella desea ser interna del módulo de maternidad, para así poder evitar las vejaciones y el maltrato de sus compañeras de prisión. Antonio tiene un problema de esterilidad que se resolvería con una operación, pero tendría que esperar un tiempo que Paula no puede perder. Por eso recurren a Jorge.
A partir de este momento nos adentramos más en el personaje interpretado por Quim Gutiérrez, cuyo rostro de facciones duras no le impide derrochar ternura, y el director aborda de forma sencilla y magistral el tema del amor, contrastando las frías de sesiones vis-a-vis entre Paula y Jorge y la relación con Natalia, más sentida, aunque no por ello menos sufrida.
A esta trama central se le suman historias paralelas cargadas de humor que afloran entre la sensibilidad y el sufrimiento, como los masajes "con premio" a los que acude el padre de Israel o los intentos de Antonio para que su padre saque el dinero de una de sus cuentas bancarias.
En definitiva, una película cargada de emociones, que pasa por un amplio rango de matices entre el llanto y la risa, en la que el director sabe hacer suyas al espectador historias relativamente lejanas, gracias también a la interpretación de los jóvenes y prometedores actores, en las que, como dice el propio Sánchez Arévalo, la sonrisa de Paula nos embauca y ayuda a ese acercamiento con el público. Recomendada pues.

1 comentario:

Desertsurfer dijo...

Reconozocolo. Si estoy lo has escrito tu dejate la puta carrera y hazte critico! jajaja. Muy buen plasmado el espiritu de esta buena peli